En Kumon, el verdadero protagonista es el alumno. Nuestro objetivo se centra en descubrir el potencial de aprendizaje de cada uno de ellos y desarrollarlo al máximo para lograr que adquiera una serie de capacidades y hábitos que le resultarán útiles durante toda la vida.
Valoramos ante todo a cada niño sin excepción
Todo el aprendizaje en Kumon debe ser, sin excepción, una experiencia útil para el crecimiento de los niños y su futuro.
Debemos ofrecer la oportunidad de aprender con el método Kumon al mayor número de niños posible.
Hemos de tener siempre presentes estas dos máximas al abordar nuestro trabajo. Son la verdadera razón de ser de Kumon y, además, nuestra responsabilidad para con los niños. Si, a lo largo del camino, surgen dudas o discrepancias, nos preguntaremos: «¿Es esto beneficioso para los niños?», y de esta forma encontraremos nuevamente el camino. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que Kumon se convierta en un método educativo aún más valioso y muchos niños aprendan con él.
Respetamos a quienes persiguen nuestros mismos objetivos
Sentimos el máximo respeto por los profesores de Kumon, así como por todos aquellos que se preocupan por los niños y que, como nosotros, quieren contribuir a la sociedad por medio de la educación.
Apoyaremos al máximo a estas personas y trabajaremos juntos para alcanzar los mismos objetivos.
Apreciamos a nuestros compañeros
Creamos y mantenemos un excelente ambiente de trabajo para que nuestros compañeros aborden diariamente su trabajo de manera satisfactoria y sean conscientes de la importancia que tiene la labor que desempeñan.
Atribuimos verdadera importancia a nuestro compromiso social
Como ciudadanos concienciados y comprometidos participamos en actividades para mejorar nuestra sociedad por medio de la educación, la cultura y el cuidado del medio ambiente.
Por eso cumpliremos responsablemente con nuestras obligaciones con la sociedad.
Adoptamos los siguientes principios:
- Somos ciudadanos honestos y seremos conscientes de si nuestras palabras y nuestros actos son justos.
- Pondremos todo nuestro empeño en mantener vivos el entusiasmo y la inquietud, a la vez que nuestra convicción y nuestro orgullo como educadores.
- Mantendremos ciertas dosis de modestia y humildad que nos permitan crecer y mejorar cada día.
La actividad que se merecen todos los niños
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